martes, 29 de marzo de 2011

¿Avisarías a los personajes de tu sueño?

El discípulo se reunió con su mentor espiritual para indagar algunos aspectos de la Liberación y de aquellos que la alcanzan.

Departieron durante horas. Por último, el discípulo le preguntó al maestro:
¿Cómo es posible que un ser humano liberado pueda permanecer tan sereno a pesar de las
terribles tragedias que padece la humanidad?
 
El mentor tomó entre las suyas las manos del perplejo discípulo, y le explicó:
Tú estás durmiendo. Supóntelo. Sueñas que vas en un barco con otros muchos pasajeros. De repente, el barco encalla y comienza a hundirse. Angustiado, te despiertas.

 Y la pregunta que yo te hago es: ¿Acaso te duermes rápidamente de nuevo para avisar a los personajes de tu sueño?


El Maestro dice:
El ser liberado es como una flor que no deja de exhalar su aroma y, suceda lo que suceda, no se marchita.



Ramiro Calle

domingo, 27 de marzo de 2011

Los estados de tristeza

Coautoría: Cecilia Zepeda / Alicia González


La tristeza forma parte de las emociones básicas y normales del ser humano. Es la expresión del dolor afectivo, es la emoción que se siente cuando se ha perdido algo importante, cuando algo causa decepción  o cuando ha ocurrido alguna desgracia que afecte a la persona u otros.
 
En alguna etapa de la vida, todas las personas han experimentado momentos de tristeza, este es un fenómeno temporal y en ocasiones habitual ¡Estar triste de vez en cuando es algo completamente normal! La mayoría de las veces, la tristeza se debe a una pérdida o separación, a un cambio difícil, a que hay algo o alguien que ha causado decepción o a problemas de relación, entre otros. Sin embargo no es el fenómeno lo que causa los estados de tristeza sino la interpretación que la persona da al mismo.

A veces, la tristeza se mezcla con otros sentimientos. Cuando se está triste, también se puede sentir molestia o culpa; para con otras personas o a sí mismo. Pueden haber momentos en que la tristeza sea la reacción más natural y adecuada: por ejemplo, ante el fallecimiento de un ser querido, o ante alguna otra importante pérdida irreparable. En esos casos, la tristeza proporciona una especie de refugio reflexivo, de duelo necesario para asumir esa pérdida y ponderar su significado.

Uno de los principales motivos de la duración e intensidad de un estado de tristeza es el grado de obsesión que se tenga ante la causa que ha producido la tristeza. Preocuparse más de lo debido por esa causa, sólo hace que la tristeza se agudice y se prolongue aun más. Aislarse, dar vueltas y vueltas a lo mal que se siente la persona, o a los nuevos males que se pueden sobrevenir, son excelentes modos de prolongar ese estado.

En algunas ocasiones, la persona se aferra a la tristeza porque conlleva un estado nostálgico y “dulcemente” melancólico que evoca el recogimiento interior, el amor y la compasión por los demás seres, incluso le motiva para escribir poesía o iniciar otro tipo de  actividades artísticas. En este estado resulta fácil dejarse llevar por la tristeza, la alimenta la persona  con pensamientos de tipo “no puedo evitarlo”, “no tengo fuerzas”, “no puedo más”. Se refugia en sus propios lamentos en lugar de hacerle frente a la vida, y desaprovecha las oportunidades que se le ofrecen para cambiar esta condición.

Cuando la tristeza dura mucho tiempo, es demasiado intensa e impide que una persona disfrute de las cosas buenas de la vida, se convierte en una dificultad que necesita mayor cuidado y asistencia de un profesional en el área de la salud mental. Para abordar estos estados es necesario no solo fijarse en los síntomas, sino también abordar las causas que lo originan, entendiendo estas causas como la forma en que la persona interpreta la situación que le aqueja.

El plan de abordaje, busca convertirse en un plan de vida para la persona, un plan que le ayude a conocerse mejor para superar dichos estados y continúe con nuevas perspectivas y nueva formas de interpretar  las situaciones difíciles o cotidianas que le sucedan.


 

miércoles, 23 de marzo de 2011

“Chuzón sin frenos pega mameyazo”


“Chuzón sin frenos pega mameyazo”, “Dicen que ofrecían mordida”,  “Dan chaineada a escuela”; los anteriores son extractos de titulares del periódico MAS! que leí el pasado 17 de marzo.

De acuerdo a elsalvador.com  un “diario popular” se define como “diarios de fácil lectura, por lo general de un menor paginaje que los convencionales, de contenidos más cortos y muy gráficos. Son diarios alegres, innovadores, iconoclastas, que se leen con facilidad y están contribuyendo a que la gente recupere el amor por la lectura”[1].

Aparentemente el tiempo dedicado a la lectura ha disminuido en los últimos años en Latino América  “al pasar de un promedio diario de 97 minutos en 2005 a 35 minutos en 2009” [2], con lo que las personas buscan periódicos con información breve y específica (noticias nacionales, deportes y/o entretenimiento).

Debido a nuevas propuestas en diseño gráfico, contenido editorial, publicidad, estrategias de mercadeo y distribución, muchos de estos diarios populares se están convirtiendo en “lideres” de circulación en sus respectivos países; aumentando los ingresos económicos de las editoriales.

Sobrentiendo que la intención de este periódico de apenas ocho hojas, impresas tiro y retiro y con un precio de $ 0.25 de dólar es acercar las noticias a un segmento de la población que “no tiene interés real” por la lectura, que gusta informarse de forma “breve” y sin propiciar  mayor esfuerzo reflexivo, la  estrategia es escribir las noticias como si fuesen ellos mismo quienes las están contando.


Comparto la intención de acercar la lectura a un segmento de la población que no tiene interés en esta, pero no estoy de acuerdo con el estilo del periódico MAS! no hay que engañarnos ¡No contribuye! sucede lo contrario, la información que presenta no fomenta la lectura sino una tendencia amarillista que anula la racionalización de la información; el target[3] no se esfuerza por pensar y reflexionar las situaciones sociales que describe el periódico, más bien practica una lectura morbosa y de entretenimiento, que se puede saciar  leyendo una revista de chismes, conversando con los vecinos en el pasaje, en la tienda o en la esquina de la pupusera, menospreciando así a un segmento de la población, al que se le considera incapaz de analizar la situación social que vive su país, ya que se le presentan las noticias con poco contenido.

Deben existir periódicos accesibles, no solo por precio, sino  también por la información que comparten, se debe presentar la noticia en formato sintético, de fácil lectura y sin tecnicismos, para realmente informar. El amor por la lectura se fomenta en casa, en los centros de estudio y a través de los medios de comunicación escrita que realmente son responsables con la información que facilitan a sus lectores.


[1] Fuente de consulta: http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=3721842
[2] Fuente de consulta: http://feeds.univision.com/feeds/article/2011-03-10/periodicos-de-america-latina-siguieron
[3] Fuente de consulta: http://es.wikipedia.org/wiki/Mercado_objetivo